No hay nada que te prepare del todo para el calor del sur de España. Puedes leer todos los artículos, mirar los pronósticos del tiempo y hasta hacer chistes con tus amigos sobre los “40 grados a la sombra”. Pero vivirlo en carne propia… es otra historia.
Vivo en el sur de España todo el año, pero vivir al sur en pleno verano puede ser un infierno para algunas personas. La única cosa positiva es que el calor no es húmedo donde yo vivo, pero el sol tiene muchísima fuerza. Las personas que nos quemamos con facilidad la piel tenemos que tener mucho cuidado en esta época del año.
Recuerdo bien una tarde en Córdoba. Termómetro marcando ¡44 grados!, calles vacías, el sol golpeando las piedras con furia. Yo, inocente, intentando hacer turismo con mis amigas. Aprendí rápido: en Andalucía, el verano no se discute, se respeta.
Una de las cosas que más me sorprendió fue cómo la vida se reorganiza en torno al calor. Las persianas (un invento maravilloso que hay en todas las casas españolas) bajadas casi todo el día, los abanicos siempre a mano, y esa costumbre sagrada de la siesta, que cobra más sentido que nunca en estos meses de altas temperaturas en los que salir a la calle a las cuatro de la tarde es un deporte de riesgo. Entendí que no es pereza, es sabiduría climática que nos ayuda a evitar golpes de calor.
También me sigue impresionando la capacidad de adaptación de la gente local. Las conversaciones al caer el sol, las terrazas que empiezan a llenarse entre las nueve y las diez de la noche, los vestidos ligeros, el agua fría, el gazpacho y el salmorejo como salvación diaria para comer. Y el aire acondicionado… ese sí que se vuelve nuestro mejor amigo en estas épocas.
- Beber agua constantemente, aunque no tengas sed.
- Evitar salir entre las 13:00 y las 18:00 si no es absolutamente necesario.
- Aprovechar las primeras horas del día para hacer todo lo importante.
- Comer ligero y fresco.
- Y, sobre todo, no luchar contra el calor, sino adaptarse a él y utilizar una buena crema solar.
Vivir el calor andaluz es algo que no se olvida. Agota, sí, pero también enseña. Te cambia los ritmos, te conecta con el cuerpo, te obliga a parar y mirar la vida con otros ojos. Y cuando cae la noche, después de un día de fuego, hay algo mágico en sentarse al fresco, con una bebida fría en la mano, escuchando la vida pasar lentamente y compartiéndola con tus seres queridos.
¿Hace calor? Sí. ¿Eligiría vivir aquí igualmente? También. Porque, como todo en el sur, el calor también tiene su encanto.
¿Qué tal el tiempo en vuestro país últimamente?
¡Nos vemos en clase!
Vocabulario:
Pronósticos del tiempo
Dicen que mañana llueve, pero a veces los pronósticos del tiempo fallan.
weather forecast
40 grados a la sombra
Hoy hemos llegado a 40 grados a la sombra (shade), imposible salir a la calle.
Vivir algo en carne propia
Había oído hablar del calor andaluz, pero ahora lo viví en carne propia.
to experience something firsthand
El termómetro
El termómetro del coche marcaba 45, parecía una sauna.
thermometer
Las persianas
Cerramos todas las persianas para que no entre el calor.
blinds / shutters
Los abanicos
En el sur, un abanico es casi una extensión del brazo.
hand fan
Cobra más sentido que nunca
Con este calor, la siesta cobra más sentido que nunca.
to make more sense than ever
Deporte de riesgo
Salir a las tres de la tarde en julio es casi un deporte de riesgo.
extreme sport / risky activity
La pereza
Con este calor, hasta moverse da pereza.
laziness
Golpes de calor
Cuidado: no beber agua puede acabar en un golpe de calor.
heatstroke
El caer del sol
Esperamos al caer del sol para salir a pasear.
sunset / when the sun goes down
Crema solar
No olvides ponerte crema solar si vas a estar al sol.
sunscreen / sunblock
Agotar
El calor me agota más que una jornada entera de trabajo.
to exhaust / to wear out
Seres queridos
Lo mejor del verano es compartirlo con tus seres queridos.
loved ones
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