En esta columna me gustaría hablar de una de las ciudades más especiales y menos conocidas de España: Las Palmas de Gran Canaria.

Está situada en el archipiélago de las Islas Canarias, unas islas que políticamente pertenecen a España aunque están más cerca de África que de Europa. La cercanía al desierto del Sáhara hace que la parte oriental del archipiélago tenga un clima muy seco y soleado, mientras que la parte occidental es mucho más húmeda y verde.

Las Palmas es la ciudad más grande y cosmopolita de las islas, con un casco histórico muy pintoresco y una de las playas urbanas más grandes y limpias del mundo, la Playa de las Canteras. Es un lugar que, a pesar de los numerosos residentes extranjeros, todavía mantiene un carácter fuertemente español. Debido al buen clima y al tamaño no excesivamente grande de la ciudad, el ritmo de vida es muy tranquilo y agradable. Tiene una gastronomía variada cuyo plato más famoso es, probablemente, las 'papas arrugás', unas patatas pequeñas y redondas que se arrugan al cocinarse, con 'mojo picón', una salsa picante muy típica de Canarias.

A su vez, la isla de Gran Canaria ofrece muchos atractivos tanto para el visitante como para el residente. Se puede practicar surf, submarinismo, parapente, senderismo y muchas otras actividades al aire libre. Debido al aislamiento y a la situación geográfica especial del archipiélago, con influencia del océano y del desierto, las islas tienen muchas especies de flora y fauna endémicas, que sólo se encuentran allí, como por ejemplo muchos cactus y otras plantas de clima seco.

Desde Madrid se tarda aproximadamente tres horas en avión hasta Canarias y también hay muchos vuelos desde otras ciudades europeas y españolas, debido al alto número de turistas que pasan sus vacaciones en las islas.

¡No te pierdas este rincón de la geografía española en tu siguiente visita!