Mi director preferido es Stanley Kubrick, un maestro del cine que consiguió crear algunas de las mejores películas de diversos géneros: bélico, suspense, terror, histórico, etc. Muchas de ellas son obras maestras, como La Naranja Mecánica, El Resplandor o La Chaqueta Metálica, pero hoy quería hablar de una película de 1968 que revolucionó el género de la ciencia ficción y lo elevó a las más altas cumbres de expresión artística. Obviamente estoy hablando de 2001: Una Odisea del Espacio.

Basada en el libro homónimo de Arthur C. Clarke, ¿qué mejor momento para recordar esta gran película que un año en el que han aparecido misteriosamente varios monolitos metálicos en diferentes partes del mundo, empezando por Utah? Estas esculturas son una referencia directa a la película de Kubrick, ya que la trama comienza con unos astronautas descubriendo un misterioso monolito enterrado en la cara oculta de la luna. Si el final de la película te deja un poco confuso, como a muchas otras personas, te recomiendo que leas el libro, ya que en él se dan muchas más explicaciones y detalles. De hecho, 2001 es el primer libro de una tetralogía compuesta por otros tres libros: 2010, 2061 y finalmente 3001. Si te interesa saber más sobre los creadores del monolito, ¡necesitarás leer los libros!

Aquí os dejo la primera escena en la que suena "Así Habló Zaratustra", de Richard Strauss, mientras se produce un eclipse visto desde la luna. Para quitarse el sombrero.