Hay dos actores que me gustan mucho, Micheal Douglas y Anthony Hopkins. A veces parece que su personaje es siempre el mismo en todas sus películas, lo cual puede parecer negativo pero no para mí. Soy un gran fanático de todas sus películas. Hace poco leí (bueno, siendo sinceros vi un video porque la verdad ya nadie lee) que Hannibal Lecter no parpadea en ninguna escena, que difícil. Esto lo hizo para darle más intensidad al personaje y definitivamente lo logró.
Parece que el despiadado asesino se reformó y se transformó en guía espiritual para la película de El rito. La película es buena pero creo que me quedé en el siglo pasado pues disfruto más de la música y películas de aquellos tiempos.
Otro de mis personajes favoritos es “El guasón” (que nombrecito le pusieron en español, pudo haber sido mucho peor; algo así como “El risas”, o “El bromista”) tanto en las series animadas como en las películas. Al igual que su contraparte es tan solo un hombre común y corriente sin superpoderes, resultando ser el enemigo más difícil de vencer debido a su intelecto. El joker (me prometí solo usar español en este post, me he fallado) de la segunda parte de “El caballero de la noche” (aquí no escribiré “The dark knight”) tiene unos diálogos muy profundos, además de una actuación magistral. Talvez este sea mi favorito, pero no podría dejar detrás de él al más nuevo “Señor de las carcajadas”, el de Joaquin Phoenix. Este es el primer “Guasón” que se muestra triste y furioso, su risa es deprimente y demencial. Estábamos acostumbrados a un payaso más cínico, violento, burlón y agresivo. Este, en cambio, solo trata de defenderse; es el abusado, no el bully (lo volví a hacer, madre mía).
Creo que cada uno tiene lo suyo y no se les puede comparar, sería como decidir entre un taco de suadero o uno de pastor, entre una morena de fuego o una rubia despampanante. Un aplauso a los dos. Desafortunadamente uno se nos fue temprano, pero podemos esperar todavía muchas más entregas del segundo.